La posibilidad de ver a Giannis Antetokounmpo, con su contrato que alcanzará los 54 millones de dólares en la temporada 2025-2026, vistiendo la camiseta de los Golden State Warriors ha generado una gran expectación en la NBA. Este rumor, alimentado en gran medida por el periodista Sam Amick en el podcast “The TK Show”, ha puesto en el centro de atención a la superestrella griega.
Amick sugiere que los Warriors, tras una temporada por debajo de las expectativas, están explorando todas las opciones para reforzar su plantilla y volver a la lucha por el anillo. Antetokounmpo, con su dominio físico y su versatilidad, encaja perfectamente en el perfil de jugador que necesitan los de la Bahía.
Milwaukee, por su parte, ha visto como su proyecto ha perdido algo de brillo en las últimas temporadas. Las lesiones recurrentes en la plantilla y la salida de jugadores clave como Holiday generaron dudas sobre la continuidad del éxito. Si los Bucks no logran avanzar en los playoffs, la paciencia de Giannis podría agotarse, aún con Lillard como compañero y considerando que renovó su contrato hasta 2027.
Para Golden State, la incorporación de Antetokounmpo sería un movimiento audaz que requeriría una reestructuración significativa de su plantilla. A pesar de haber aligerado su masa salarial con la salida de Klay Thompson, el salario de Giannis representaría un desafío financiero considerable. Sin embargo, la franquicia ha demostrado en el pasado su disposición a invertir en jugadores de élite para competir por el campeonato.
Un dúo formado por Curry y Antetokounmpo sería una fuerza imparable en la NBA. La combinación del tiro de tres puntos de Curry y la fuerza física de Antetokounmpo crearía un equipo prácticamente invencible. No obstante, la concreción de este traspaso dependerá de varios factores, como el desempeño de los Bucks en las próximas temporadas, la decisión final de Giannis y la capacidad de los Warriors de armar una oferta lo suficientemente atractiva para Milwaukee.